Dejar ir significa dejar de pelear con la vida, aceptando a las personas, las situaciones, las circunstancias y los hechos tal como se den, incluidas decisiones y acciones del pasado, lo “malo”, así como lo “bueno”. Implica saber renunciar no aferrándonos a aquello que la razón nos dice es, en nuestras circunstancias, imposible o muy costoso de lograr.
Si dejamos de luchar y de resistirnos a lo inevitable, viviremos plenamente el presente, permaneciendo abiertos a todas las opciones sin aferrarnos rígidamente a ninguna de ellas. Esto estimula la capacidad de dar respuestas creativas a la existencia, tal como es en el aquí y en el ahora.
Dejar ir algo que te come por dentro es complicado, pero te ayuda a avanzar en la vida y alcanzar nuevas metas. Es importante que dejes de lado lo que te detiene.
- Deja ir todos los pensamientos que no te hacen sentir fuerte.
- Deja de sentirte culpable por hacer lo que realmente quieres hacer.
- Deja ir el miedo a lo desconocido. Da un pequeño paso y ve cómo el camino se revela.
- Deja ir los remordimientos; en un momento de tu vida un “como sea” puede ser exactamente lo que necesitas.
- Deja ir las preocupaciones; la preocupación es como rezar por lo que no quieres.
- Deja de culpar a los demás; sé responsable de tu propia vida. Si no te gusta algo, tienes dos opciones, la aceptas o lo cambias.
- Deja de pensar que tus sueños no son importantes; siempre sigue a tu corazón.
- Deja de pensar que todo el mundo es más feliz, más exitoso o mejor que tú. Estás justo donde tienes que estar.
- Deja de pensar que hay una manera correcta e incorrecta de hacer las cosas o de ver el mundo. Disfruta del contraste y celebra la diversidad y la riqueza de la vida.
- Deja de pensar que no estás donde debes estar. Estás exactamente donde tienes que estar para llegar a donde quieres ir, así que empieza a preguntarte eso, dónde quieres ir.
- Olvida el rencor y la ira que guardas hacia tus ex parejas o familiares. Todos merecemos felicidad y amor; sólo porque algo acabó no significa que tu amor era equivocado.
- Deja de lado tus problemas de dinero. Haz un plan para pagar tus deudas y enfócate en tu abundancia.
- Deja de tratar de salvar o cambiar a las personas. Todo el mundo tiene su propio camino, y lo mejor que puedes hacer es trabajar en ti mismo y dejar de centrarte en los demás.
- Deja de tratar de encajar y ser aceptado por todos. Tu singularidad es lo que te hace excepcional.
- Deja ir todo el auto-odio. Deja de criticarte y conviértete en tu mejor amigo.
Cuando dejemos de esperar que las cosas sean distintas a lo que son, comenzaremos a transitar en el sendero de la paz interior.