Lo que conocemos popularmente como “energía negativa” pueden ser muchas cosas.
Si la notamos en una persona, puede ser que estemos comprendiendo su dolor, tristeza o enojo de una forma tan cercana que nos parece que también nos afecta a nosotros mismos. En esos casos, mantener nuestra energía separada de la suya para que no nos incidan los sentimientos negativos es algo que se logra con la práctica. Y además, de esa manera, podremos continuar ayudando a esos seres queridos, si es lo que buscábamos hacer.
También podemos percibir el campo energético de un lugar, afectado por los acontecimientos que allí sucedieron, y por los sentimientos de las personas que lo habitaron, pero también podemos mantener esa energía separada de nosotros practicando algunos ejercicios de forma consciente.
1. Rodéate de un campo de amor
El amor es la energía que aleja todo lo malo, y llenarte y rodearte de ella hará que lo negativo simplemente se mantenga lejos. Sé consciente del amor que tienes dentro, deja a los sentimientos positivos expandirse dentro y alrededor tuyo, y la energía negativa no podrá influir en tí. Amarte es el primer paso para que todo lo que atraigas de ahora en más venga desde el amor.
2. Respira
La manera en que respiramos tiene mucho que ver con la manera en la que nos conectamos energéticamente con el mundo. Concéntrate en exhalar negatividad e inhalar calma durante unos minutos y te sentirás mucho mejor.
3. Protégete
Tú mismo tienes la capacidad de generar un campo energético positivo que no deje pasar la negatividad, pero sí los sentimientos y energías positivos.
Un ejercicio para hacerlo es imaginar una luz blanca con ese poder, que primero se posa sobre tu cabeza, y luego te rodea.
4. Rodéate de vida
Así como algunos objetos pueden almacenar energía negativa, otros atraen la positiva. Rodéate de plantas, obras de arte, ventanas por las que entre el sol, objetos de tus colores favoritos y escucha tu música preferida.
5. Reconoce de dónde vienen las emociones
Aprende a reconocer qué sentimientos te pertenecen y cuáles vienen desde afuera. Cuando sepas reconocerlos, puedes comenzar a tratar de separarlos, imaginando que aquellos pensamientos, emociones o energías que no quieres contigo rebotan cuando llegan hacia tí.
Si algunos sentimientos negativos vienen de las personas que te rodean, eso no significa necesariamente que tengas que alejarte de ellas, pero sí que es bueno que generes tus propios espacios en los que puedas estar solo, y que tomes estos hábitos que te permitan, por ejemplo, ayudar a tus seres queridos que están atravesando una etapa de tristeza, pero sin que el dolor se transmita a tí.