Buscando el bienestar a través del movimiento
La Danza Primal, creada por el psicólogo argentino Daniel Taroppio, es un profundo método de autoexploración a través del movimiento expresivo, la respiración consciente, la imaginería dinámica, el canto y la música étnica. Integra las técnicas de las Psicologías Transpersonal e Integral con el enfoque de la medicina oriental y la energía de los siete chakras del cuerpo, centros de energía asociados con la naturaleza física, mental y emocional.
En el caso de la Danza Primal, a cada chakra se le asocia una capacidad psicosocial, no sólo fisiológica. Por lo tanto esta danza trabaja, por ejemplo, la relación con los demás y el manejo del poder personal. El objetivo es a través de siete movimientos, transitar del frenesí al lirismo, de la ensoñación al pulso cardiaco, hacer bailar a los siete chakras para despertar y armonizar las energías sanadoras del ser humano.
Enfoque
La Danza Primal parte de la idea de que todos los seres humanos poseemos un enorme potencial de crecimiento y transformación, que constituye nuestra naturaleza original, primal. Pero de este potencial es apenas un pequeño porcentaje el que solemos reconocer y actualizar.
Con su trabajo busca una conciencia en íntima relación con el cuerpo, recurriendo para ello a las medicinas tradicionales orientales, que consideran a la persona humana como un sistema de conciencia-energía-materia en permanente intercambio con el medio ambiente y el “Kosmos”.
Según este enfoque, los centros energéticos se organizan alrededor de siete centros de energía principales (llamados chakras en Sánscrito) que se extienden a lo largo de toda la columna.
Cada centro de energía comprende un conjunto de funciones psicosociales y de potencialidades espirituales. La esencia de la Danza Primal consiste precisamente en activar y armonizar estas energías, trabajando sobre los centros energéticos y las funciones bio-psico-sociales y trascendentes que dependen de ellos, mediante la integración liberadora de la música, el canto y el movimiento.
Práctica
La Danza Primal es un sistema destinado a despertar y armonizar las energías sanadoras y creativas de las personas. Su práctica no requiere ninguna experiencia en danza, pues no se trata de realizar movimientos coreográficos ni complicados sino simplemente de redescubrir, armonizar, integrar y liberar las energías con movimientos y sonidos simples y espontáneos.
Su práctica se basa en el descubrimiento de los movimientos y sonidos originales, arquetípicos o primales que activan las energías internas, poniéndolas a disposición de la conciencia.
Respecto de las prácticas, Patricia Vera psicóloga tranpersonal e instructora de danza primal, explica “por ejemplo en el chakra uno, que tiene que ver con la confianza básica, se adopta una postura de guerrero o amazona. En el chakra número dos, de la capacidad de gozo, se trabaja con las caderas en movimientos ondulantes y circulares. En el chakra tres, a nivel de plexo solar, se trabaja mucho lo que es la apertura y la contracción, también a nivel de chakra cuatro, donde desarrollamos la capacidad afectiva”.
En suma, se trata de rescatar lo que se llama “la memoria del cuerpo”, que tiene mucha información que al hacerse consciente, puede aportar en una armonización energética y como consecuencia, mayor bienestar.
Beneficios
Lograr un nivel de conciencia más amplio, armonizar nuestras energías obteniendo un mayor bienestar general y mejorar las habilidades interpersonales son algunos de los beneficios que promete la práctica de la Danza Primal.
Esta técnica es apropiada para todo tipo de personas interesadas en su propio desarrollo e incluso niños. También puede ser un complemento para quienes están en terapia psicológica.