Mujer cíclica de 46 años, soltera, pereirana, que ama vivir en Pereira, madre de Matías. Apasionada, sensible, amorosa, alegre y generosa. Con experiencias de vida profundas impresas en la piel que me dan las herramientas y la fuerza para acompañar al Ser que lo re-quiera, en un encuentro consigo mismo a través de experiencias de bienestar que involucran, cuerpo, mente y espíritu de manera integral.

En el 2004 comencé una transformación espiritual a través de un acercamiento a la sabiduría ancestral de comunidades indígenas de América, por medio de ceremonias ancestrales y búsqueda de visión, de la relación con plantas maestras y de la sabiduría de abuelas y abuelos.

Comencé a sentirme parte de un todo, a habitarme y a relacionarme de una manera muy consciente conmigo misma y los demás. En este despertar llegó la maternidad, que soñaba desde muy niña, y asumí esta gran regalo con todo mi amor y entrega, dejando atrás la Arquitectura, que fue la profesión que ejercí durante 10 años.

Inicialmente opté por el masaje como una posibilidad de ser madre presente y laborar desde casa, en horarios flexibles… lo que no sabía era que me estaba conectando con un don que desconocía y con mi misión de vida

He escuchado a muchos maestros, he aprendido de ellos, me he transformado, pero no sigo a uno en específico, ni pertenezco a una línea o religión. Con la mezcla de todos, con lo que resuena en mi y me ha servido he generado mi propia manera.

Amo leer, aprender, explorar, viajar, conocer personas y generar tejido.

Sé que vine a servir, y amar me hace muy feliz.