Semana Internacional del Parto Respetado 2016.
Muchos son los preceptos de este movimiento que defiende el derecho personal de cada mujer de elegir cómo desea que su hijo nazca, sustentado por aspectos y beneficios médicos que acompañan al parto vaginal, y sumado a que dicha decisión es cuestión de pareja, claro está, si la condición de la madre es óptima para un parto de este tipo.
Por otra parte, no se puede dejar de lado el hecho de que el parto por vía vaginal estrecha, sin duda, la conexión madre–hijo. Planteamientos como estos son los que hicieron que en 1993, en Frankfurt, Alemania, se creara la Red Europea de Asociaciones Para el Parto, que se encarga de defender el tema en el mundo.
Del mismo modo, en el 2003, se decidió que durante una semana, del 16 al 22 de mayo, mes de la madre precisamente, se conmemore esta práctica y se busque sensibilizar y promover la importancia de los partos respetados, mediante foros, discusiones, debates y otras actividades con un componente de información importante para todas las mujeres, en especial, las embarazadas o aquellas que deseen tener un hijo, explica Juanita Eslava.
Grandes beneficios
En Colombia, también diferentes organizaciones brinda información y asesoran a las mujeres embarazadas en los cuidados que deben tener para un mejor acompañamiento a la hora de recibir a su bebé de forma natural, y abogan por la inclusión y participación del padre del pequeño al momento del nacimiento, como una opción más para que, en pareja, se decida.
Por otro lado, si se presenta un parto natural, existe un mínimo de riesgo y complicaciones con las infecciones, menor posibilidad de hemorragias, la madre retoma sus actividades más rápido y con menos incapacidad, y se disminuye la probabilidad de muerte materna y sangrado posparto.
El doctor Joaquín Gustavo Luna explica que la cesárea es un procedimiento que se debe emplear de forma exclusiva, solo cuando no se puede dar un parto vaginal espontáneo, “ya sea por factores mecánicos (mala posición del feto o pelvis materna muy pequeña para permitir el paso del bebé), o cuando el parto vaginal conlleva un riesgo alto para la salud de la madre o del feto”, dicho así, la ciencia también impulsa el parto natural (respetado), como primera opción para los nacimientos.
Decisión de vida y en pareja
Juanita Eslava es una madre joven de dos niñas, quien tuvo su primogénita en un parto por cesárea y con acompañamiento médico. “Un año y unos meses más tarde”, como ella lo narra: “llegó la noticia de un segundo embarazo y lo primero que se nos vino a la mente y al corazón de mi pareja y mío, fue el deseo de no querer tener de nuevo esa experiencia tan fría con el nacimiento, como lo fue con la llegada de mi primera hija.
“Así que encontramos una alternativa, un poco desconocida que nos llenaba de incertidumbre: el parto en casa. Decidimos informarnos muy bien y buscar asesoría sin dejar de asistir a todos los controles de rutina del servicio de salud para asegurarnos que la nuestra bebé estaba en buenas condiciones.
Y, finalmente llegó la hora de parir, de empezar a trabajar por mi parto, y aunque las contracciones fueron muy dolorosas, fue un dolor de esos que enseñan. No hubo sufrimiento, solo hubo completa conciencia de mi cuerpo y de todo lo que pasaba. No hay palabras para describir lo que significa dar a luz, es sublime presenciar la simpleza de la vida abriéndose paso”.
Como lo dice Juanita esto fue una experiencia diferente y gratificante para ella y su esposo. Por ello, lo importante es informarse sobre las posibilidades, oportunidad y estado de salud óptimo de cada madre y, si no existe ningún impedimento que ponga en riesgo la vida de ella o de su hijo al nacer, tomar decisiones sobre el tema y optar por una decisión de nacimiento, como lo explica “humanizante”.