Desde tiempos muy antiguos hasta hoy, la música ha tenido una gran influencia sobre nuestro cuerpo, utilizándose para fines rituales o terapéuticos.
Se cree que fueron los egipcios los primeros en registrar en sus papiros el uso de las frecuencias sonoras para curar el cuerpo, calmar la mente y purificar el alma. Precisamente éste es el estudio que lleva adelante la musicoterapia, la disciplina que emplea el sonido, el ritmo, la melodía y la armonía con fines de salud física y emocional.
En este sentido, un estudio reciente que realizaron psicólogos de la McGill University, Canadá, analizó 400 reportes científicos anteriores e identificó cuatro áreas médicas en las que la música puede incidir de manera positiva: la recompensa, motivación y placer; la disminución de la ansiedad y el estrés; el fortalecimiento del sistema inmunológico; y la facilitación de la construcción de lazos afectivos.
Nuestro cuerpo se vincula naturalmente con la música, ya que nuestra voz principalmente es una frecuencia vibratoria, al igual que todo el ambiente que nos rodea. Además, más del 60% de nuestro cuerpo está constituido por agua, y los líquidos son propensos a reaccionar frente a las ondas sonoras, por lo cual tenemos una cualidad receptiva particular a todas las vibraciones externas e internas.
En base a esto, existen técnicas para mantener el cuerpo y la mente en equilibrio que incluyen terapias como elSound touch, un sistema de terapia de sonido que está basado en alrededor de 50 motivos musicales que actúan sobre un aspecto específico de nuestras vidas.
Todos los días las frecuencias que nos rodean influyen directamente sobre nosotros, incidiendo sobre nuestro estado emocional y nuestra salud. La frecuencia del sonido es la cantidad de veces que vibra el aire que transmite ese sonido en un segundo. El Hertz es la unidad más usada para medir esa frecuencia vibracional. Cuanto más alta es la frecuencia, más agudo es el sonido, y cuanto más baja, más grave.
Pero lo que importa es que, al actuar sobre nuestro cuerpo, cada frecuencia tendrá diferentes efectos:
285Hz: promueve la sanación de células y tejidos.
337Hz: estabiliza la circulación de la sangre.
396Hz: contribuye a combatir pensamientos o sensaciones como el miedo o la culpa.
528Hz: puede contribuir a la regeneración del ADN.
625Hz: incide sobre el funcionamiento del hígado.
639Hz: fortalece el autoestima y la vinculación con otros.
741Hz: limpia y desintoxica las células.
764Hz: regula el sistema nervioso.
852Hz: favorece la intuición.
963Hz: activa la glándula pineal, que actúa regulando las actividades del organismo relacionadas con el día y lanoche.
Es por estas cualidades que la meditación con sonido, los cantos, las terapias con cuencos y otros tratamientos se basan en el sonido como una manera de trabajar sobre el cuerpo y favorecer su estado de bienestar y equilibrio.
Si quieres aprender cómo utilizar tú mismo la música con fines terapéuticos, puedes aprender estos dos ejercicios para mejorar tu calidad de vida con musicoterapia, o realizar este test para saber qué edad tienen tus oídos, que te ayudará a utilizar las frecuencias para saber si tus oídos funcionan con normalidad.
Importante: debe aclararse que La Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, La Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.